El Galaxy Sound era una de las fechas más esperadas en Málaga por ser la que daba el pistoletazo de salida a la siempre querida temporada de festivales. Con un cartel que en principio no arriesgaba mucho y se cubría las espaldas con nombres que todos saben que funcionan, el festival ubicado en el auditorio municipal ‘Cortijo de Torres’ dio un primer día con un llenazo absoluto.

Las primeras horas de apertura estuvieron marcadas por el sol, no todavía abrasador, de las últimas horas de la tarde. Amenizado por Dj Felipe y su repertorio de temas indie trillados hasta la saciedad, pero que a todo el mundo levanta, el Galaxy daba la bienvenida a las 18:00 con una moqueta de césped artificial muy agradecida por las piernas cansadas. El recinto era espacioso y las barras numerosas para evitar atascos innecesarios. Un montaje excelente que se agradeció durante toda la primera jornada del jueves.

El primer golpe en la mesa, y casi el definitivo, del Galaxy fue el del malagueño Sarria. Siendo la primera vez que presentaba los temas de su nuevo disco en su ciudad, era sorprendente la cantidad de gente que ya los coreaba a todo pulmón. Confiado y teniendo totalmente bajo control esos escenarios, Sarria y su banda mostraron una auténtica lección de lo que es un concierto de rock y una actuación absolutamente redonda. Un caballo desbocado que paseaba su melena por toda tarima hasta la extenuación.

Sarria tumbado en el escenario agotado tras su actuación en el Galaxy Sound Galaxy Sound

Te puede gustar más o menos la música del joven malagueño, pero lo inapelable es que tiene, ya no uno de los mejores directos de Málaga, sino del país. Un verdadero ejemplo para todas las jóvenes bandas que estuvieron allí viéndolo. Porque sí, y es un detalle que recalcar, la organización del Galaxy Sound tuvo un gesto precioso e invitó a gran parte de la escena musical alternativa ofreciéndoles un abono gratuito. Gestos como este engrandecen la posición de festivales que vienen a quedarse.

Dj Isaac Corrales hizo de muleta para transicionar al gran toro bravo de la noche. Ya lo anunciaban las decenas de camisetas con el logo del grupo murciano que se veían este jueves desde que el auditorio abrió sus puertas. Cada minuto que pasaba hasta la hora señalada se notaba el ajetreo y la entrada de más y más gente. Llegaron las 22:00 y soltaron los perros. Arde Bogotá salió al escenario y Málaga rugió en un sold out absoluto del Galaxy Sound.

Gente amontonada hasta las barras traseras del festival. Era imposible acceder a una posición mínimamente cercana a pesar de que no se convirtió en un espacio agobiante. El neonato festival consiguió el objetivo de cualquier evento de este calibre, reventar la taquilla por muy evidente que parezca su programación.

De Arde Bogotá qué decir. Los de Cartagena dieron un show brillante que tienen absolutamente coreografiado. Una pastilla pesada que pasa por tu garganta y que cuando la consigues tragar te da un alivio inmediato. Es difícil no corear alguna de sus canciones porque todas son himnos que seguro que se quedarán en la memoria de los españoles por años. Su apertura con ‘Antiaéreo’, y el rojo escenario de alfombra iluminada como si de una gala se tratase, hizo que el público malagueño tuviera exactamente desde el minuto 1 lo que había venido a buscar, el sólido fenómeno que barre estadios. Arde Bogotá no son casualidad ni fruto del marketing, la gente se vuelve loca con ellos y hasta el difícil Enrique Bunbury se ha postrado ante esta apisonadora.

Lo que quedó tras el vendaval Bogotá fueron los ya consagrados Les Castizos, los DJs más legendarios y polémicos de la provincia de Málaga. Una pinchada digna de unos veteranos que siempre han estado dando el callo cerró de forma sublime esta primera jornada del jueves del Galaxy Sound que fue un rotundo sí.