La agente de la Policía Nacional Lucía Rodríguez de Ves en fotos extraídas de las redes sociales su antigua academia y del colectivo Distrito 104.

La agente de la Policía Nacional Lucía Rodríguez de Ves en fotos extraídas de las redes sociales su antigua academia y del colectivo Distrito 104. J.V

Alicante

De cuidadora de ancianas a espía: descubren a una policía de Alicante infiltrada en colectivos sociales de Madrid

La activista María Peres resultó ser Lucía Rodríguez (Villena), una agente que recopiló información durante tres años con una identidad falsa.

3 mayo, 2024 06:07
Alicante

María se llamaba Lucía y no era cuidadora de una anciana, trabajaba como espía. Tres años es el tiempo que estuvo infiltrada la agente de Alicante Lucía Rodríguez de Ves en Madrid para informar a la Policía Nacional de lo que planeaban dos movimientos sociales madrileños.

La identidad falsa de Lucía la convirtió en María Peres, una joven que se había mudado desde la provincia a Madrid para estudiar una carrera en Getafe, en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), y trabajar cuidando a una señora mayor.

Peres se mostraba muy activa y participaba a menudo en acciones reivindicativas, protestas y actos, formando parte de las organizaciones Movimiento Antirrepresivo de Madrid (Mar Madrid) y el colectivo Distrito 104 del barrio de Aluche, como recoge una investigación llevada a cabo por elDiario.es.

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La mujer se infiltró desde mayo de 2020 hasta otoño de 2023 en reuniones, consejos y debates de las organizaciones para espiarlas e informar de sus movimientos. Primero se unió a Distrito 104 y en 2022 hizo lo propio en Mar Madrid. Pero mientras los colectivos la veían como una nueva compañera en su lucha "antifascista para combatir la represión", para la Policía Nacional era los ojos y oídos que le adelantaban sus acciones.

María Peres es en realidad Lucía Rodríguez de Ves, una alicantina de 25 años de Villena graduada en la promoción XXXIV de la Policía Nacional, según el Boletín Oficial del Estado (BOE), que publica la lista de agentes graduados. 

Su formación para ser policía nacional comenzó en Inopol, una academia ya inactiva que se dedicada a la formación de futuros policías y guardias civiles a los que preparaba para las pruebas físicas y teóricas obligatorias de ambos cuerpos. En las rede sociales del centro hay fotos de Lucía en el Club Deportivo Arena Alicante y otros centros deportivos de la provincia donde realizaban los entrenamientos.

Una vez superadas las oposiciones, se incorporó a la Escuela Nacional de Policía, el centro de formación que tiene la Dirección General de la Policía en Ávila. Tras dos años, Lucía se convertía de manera oficial en agente y su graduación quedaría registrada en el BOE, fuente que ha servido a los afectados para su identificación.

Falsa activista

Nacía así María Peres, nombre falso que guarda similitud sonora con el verdadero. La 'activista' entró en la militancia de las organizaciones a través de la red social Telegram poco después de graduarse y con la escala más básica dentro del cuerpo. Desde la aplicación se informaba de las próximas actividades de los grupos para más tarde comenzar a acudir a reuniones y manifestaciones y a ganarse la confianza de sus miembros durante los tres años que estuvo infiltrada antes de ser descubierta.

Cuando aumentaron las sospechas, dejó a sus compañeros argumentando que la anciana se había puesto enferma y estaba en el hospital y que tenía que volver a Alicante, concretamente, a Orihuela. Desapareciendo así de un día para otro y borrando tras ella sus cuentas de redes sociales falsas para no dejar rastro.

Mar Madrid se define como una "organización que surge para combatir la represión y generar estrategias de resistencia por nuestros derechos y libertades". Muy activa en la lucha por la liberación del rapero Pablo Hasél, ahora se focaliza en acciones de protesta para exigir una "amnistía total" de los presos políticos encarcelados en "mazmorras españolas" por el Estado, al que se refieren como "el Régimen". Así, también se movilizan en favor del pueblo palestino.

Por su parte, Distrito 104 es "un colectivo anticapitalista, antifascista y antipatriarcal. Creado para realizar un trabajo social en Aluche". Proponen un trabajo diario frente a la "extrema derecha": "La organización, la lucha en la calle y la acción directa es nuestra forma de evitar que siembren odio en nuestros barrios".

Las organizaciones han mostrado su indignación con el descubrimiento en un comunicado conjunto que han publicado en sus redes sociales. Ambos concuerdan en que estas prácticas "no son nuevas ni una excepción, sino el modus operandi del Estado con las organizaciones de la clase obrera, antifascistas y verdaderamente democráticas". "De hecho, esta es la segunda infiltración que desde el Movimiento Antirrepresivo de Madrid hemos tenido que denunciar, tras la de Sergio Gigirrey hace años, destapada el pasado septiembre", recuerdan.

La definen como "esbirra" y presumen de haber logrado encontrar su auténtica identidad, que han compartido en redes junto a algunas fotografías. "La hacemos pública para prevenir al resto de colectivos y organizaciones sobre dicha espía", resaltan.

"No nos cabe la menor duda de que no será ni mucho menos el último caso. Los ataques represivos del Estado, todos, deben reafirmarnos en nuestra lucha: los porrazos, las detenciones, los juicios políticos... también las infiltraciones policiales. No hacen más que dejar patente el miedo que le tienen a la organización política libre e independiente del pueblo trabajador", sostienen las entidades.