Rubén Radioboy+, con la exposición en su taller de Campoamor.

Rubén Radioboy+, con la exposición en su taller de Campoamor. M.H.

Cultura

Llevar el arte por la ciudad de Alicante: "Soy barrio puro"

Rubén Radioboy+ presenta su primera exposición individual en el taller de Campoamor con el que impulsa la creación. 

3 mayo, 2024 06:07
Alicante

En la calle Alférez de Rojas apenas hay cuatro portales. Pero en lo que estaba destinado a ser un garaje más, un grupo de artistas ha creado un local en el que animar la vida cultural del barrio Campoamor de Alicante. Rubén Gómez, o Radioboy+ como se le conoce, acaba de presentar su primera exposición en él, Postreflektkisokazoj.

Su apertura amplía el radio de acción de las residencias artísticas de Las Cigarreras, en las que, dentro del colectivo La cuarta piel, Radioboy+ ha desarrollado su producción anterior. Así también representa la importancia del centro como impulsor de un modelo de cooperativa del arte contemporáneo por el que pasan varios colectivos.

El 2023 ha sido un año particularmente prolífico para este creador ya que empezó residencia artística en el Museo de la Universidad de Alicante, creó una instalación para el MACA en La nit en blanc y colaboró con el festival Máquina en Las Cigarreras.

[Arranca este sábado el festival PhotoAlicante con 15 exposiciones, tres actividades y dos nuevas convocatorias]

Este año su objetivo como creador es "concretarme y saber quién soy plenamente" después de esa etapa. "Quería poner a prueba el que si en La cuarta piel formaba parte como una persona más del colectivo y para aportar a un colectivo tenía que deconstruir lo que había empezado", razona.

Ese punto de partida no será en solitario, como puntualiza, y así se ve en el local que comparte con otros creadores y en el que recibe visitas de otros artistas, como Alberto Feijóo, quien presentaba Trascity en el IVAM la pasada primavera. "Quise poner a prueba en el local si era verdad que me había concretado y las colaboraciones habían sido más fluidas", indica.

El formalismo teórico con el que basa sus premisas artísticas en una guía que trabaja como una biblia contrasta con los colores, formas y mensajes que inundan este espacio. "Dentro de una pieza mía hay muchas narrativas. Y cada color significa una cosa. El amarillo es luz, el morado es magia, el azul la industrialización, el verde es el interior, el negro los residuos", empieza a contar y, como puntualiza, "mis obras no son naíf".

La variedad de soportes en que se maneja con esta muestra de nombre casi impronunciable refleja también su voluntad total de abarcar el espacio. "Ya les dije que iba a llenar el local", apunta, al pasear por debajo de las instalaciones que tiene montadas que ha subtitulado Sucesos tras besar el espejo. En ellas se ve desde trabajo sobre tela, a esculturas en PVC, pinturas sobre chapas o dibujos impresos y coloreados digitalmente.

De su paso por La llavor artística con Dabuten, en el que "guiaba y acompañaba a una de las personas que tenía que participar en el proyecto que era crear una obra", se reafirmó su fe en la didáctica. "Ahí entendí que era muy importante para mi proyecto artístico porque resonaba desde el principio de la obra que toda es colaborativa por todo lo que se nutre del pasado". 

La misma certeza muestra cuando se detiene a pensar sobre lo que supone presentar una propuesta alejada en principio de los centros tradicionales de difusión del arte en Alicante: "Soy barrio puro". Y a raíz de eso añade: "No me he ido de Alicante nunca ni lo haré".