Imagen de Pedro Sánchez en la sesión de control y un extracto de su carta abierta.

Imagen de Pedro Sánchez en la sesión de control y un extracto de su carta abierta. Arte E. E.

Política

Sánchez: "Vivo con impotencia el fango que se esparce sobre mi mujer, me pregunto si debo continuar o renunciar"

El presidente del Gobierno ha señalado en su "Carta a la ciudadanía" que "esta estrategia lleva meses perpetrándose", que "el Sr. Feijóo y el Sr. Abascal son colaboradores necesarios junto a la galaxia digital ultraderechista". Sánchez también anuncia que cancelará su agenda de los próximos días "para decidir qué camino tomar".

24 abril, 2024 19:22

"A pesar de todo, hoy sigo creyendo en la Justicia". En la mañana de este miércoles, desde su escaño del Congreso de los Diputados, Pedro Sánchez pronunció esta frase al conocer que un juez de Madrid había admitido a trámite una querella interpuesta por el sindicato Manos Limpias contra su mujer. En ella se acusa a Begoña Gómez de tráfico de influencias y corrupción en los negocios por sus reuniones con empresarios y diferentes cartas de recomendación.

Pocas horas después, con los enganchones de la sesión del control al Gobierno en el Parlamento aún recientes, Sánchez ha publicado en su cuenta de la red social X (antes Twitter) una carta dirigida "a la ciudadanía" en la que denuncia que la querella contra su mujer es, en realidad "una estrategia de acoso y derribo que lleva meses perpetrándose". Y va más allá, al considerar que se trata de una campaña "por tierra, mar y mar" con la finalidad última de hacerle "desfallecer en lo político y en lo personal" a través de su esposa.

Sánchez señala directamente "al Sr. Feijóo y al Sr. Abascal" como "colaboradores necesarios". Es más, recuerda que fue el propio líder del PP quien "denunció el caso ante la Oficina de Conflicto de Intereses" y que este mismo organismo archivó tal denuncia, lo que le lleva a concluir que se trata de una operación únicamente destinada a hacerle "desfallecer en lo político y en lo personal atacando a mi esposa".

Pedro Sánchez cancela su agenda para decidir si continúa como presidente del Gobierno.

Para el presidente, esta campaña sólo tiene una explicación: "La derecha y la ultraderecha no aceptaron el resultado electoral" (del 23-J) y por ello, "conscientes de que con el ataque político no sería suficiente, han traspasado la línea del respeto a la vida familiar". Cita así al escrito italiano Umberto Eco y su conocida "máquina del fango", lo que consiste en "deshumanizar y deslegitimar al adversario político a través de denuncias tan escandalosas como falsas".

Judicialización 

Begoña Gómez, quien ya "ha emprendido acciones legales para que los medios digitales rectifiquen", también "defenderá su honorabilidad y colaborará con la Justicia en todo lo que se la requiera para esclarecer unos hechos tan escandalosos en apariencia como inexistentes". Aunque nada de todo lo anterior impide al presidente del Gobierno hacerse una pregunta como conclusión: "¿Merece la pena todo esto?".

[Sánchez, al conocer que un juez investiga a su mujer: "A pesar de todo, hoy sigo creyendo en la Justicia"]

De hecho, Sánchez va más allá de lo que se podría esperar y reconoce que "necesita reflexionar" porque él es "un hombre profundamente enamorado de mi mujer que vive con impotencia el fango que sobre ella esparcen día sí y día también". Por todo lo anterior, reflexionará si debe "continuar al frente del Gobierno o renunciar a este alto honor", así que ha decidido cancelar su agenda pública los próximos días y "el próximo lunes, 29 de abril, compareceré ante los medios de comunicación y daré a conocer mi decisión".

A continuación reproducimos, íntegra, la carta del presidente del Gobierno.

Carta a la ciudadanía

No suele ser habitual que me dirija a usted a través de una carta. Sin embargo, la gravedad de los ataques que estamos recibiendo mi esposa y yo, y la necesidad de dar una respuesta sosegada, me hacen pensar que esta es la mejor vía para expresar mi opinión. Le agradezco, por tanto, que tome un poco de su tiempo para leer estas líneas.

Como ya sabrá, y si no le informo, un juzgado de Madrid ha abierto diligencias previas contra mi mujer, Begoña Gómez, a petición de una organización ultraderechista llamada Manos Limpias, para investigar unos supuestos delitos de tráfico de influencias y de corrupción en los negocios.

Por lo que parece, el juez llamará a declarar a los responsables de dos cabeceras digitales que han venido publicando sobre este asunto. En mi opinión, son medios de marcada orientación derechista y ultraderechista. Como es lógico, Begoña defenderá su honorabilidad y colaborará con la Justicia en todo lo que se la requiera para esclarecer unos hechos tan escandalosos en apariencia, como inexistentes.

En efecto, la denuncia de Manos Limpias se basa en supuestas informaciones de esa constelación de cabeceras ultraconservadoras arriba referida. Subrayo lo de supuestas informaciones porque, tras su publicación, hemos ido desmintiendo las falsedades vertidas al tiempo que Begoña ha emprendido acciones legales para que esos mismos digitales rectifiquen lo que, sostenemos, son informaciones espurias.

Esta estrategia de acoso y derribo lleva meses perpetrándose. Por tanto, no me sorprende la sobreactuación del Sr. Feijóo y el Sr. Abascal. En este atropello tan grave como burdo, ambos son colaboradores necesarios junto a una galaxia digital ultraderechista y la organización Manos Limpias. De hecho, fue el Sr. Feijóo quien denunció el caso ante la Oficina de Conflicto de Intereses, pidiendo para mí de 5 a 10 años de inhabilitación para el ejercicio de cargo público.

La denuncia fue archivada doblemente por dicho organismo, cuyos funcionarios fueron descalificados posteriormente por la dirigencia del PP y de Vox.

Seguidamente, instrumentalizaron su mayoría conservadora en el Senado, impulsaron una comisión de investigación para, según dicen, esclarecer los hechos relacionados con este asunto. Como es lógico, faltaba la judicialización del caso. Es el paso que acaban de dar.

En resumen, se trata de una operación de acoso y derribo por tierra, mar y aire, para intentar hacerme desfallecer en lo político y en lo personal atacando a mi esposa.

No soy un ingenuo. Soy consciente de que denuncian a Begoña no porque haya hecho algo ilegal, ellos saben que no hay caso, sino por ser mi esposa. Como soy también plenamente consciente de que los ataques que sufro no son a mi persona sino a lo que represento: una opción política progresista, respaldada elección tras elección por millones de españoles, basada en el avance económico, la justicia social y la regeneración democrática.

Esta lucha comenzó hace años. Primero, con la defensa que hicimos de la autonomía política de la organización que mejor representa a la España progresista, el Partido Socialista. Pugna que ganamos. Segundo, tras la moción de censura y las sucesivas victorias electorales de 2019, el sostenido intento de deslegitimación del gobierno de coalición progresista al calor del ignominioso grito de 'que te vote Txapote'. Tampoco pudieron quebramos.

El último episodio fueron las elecciones generales del 23 de julio de 2023. El pueblo español votó mayoritariamente por el avance, permitiendo la reedición de un gobierno de coalición progresista, en contra del gobierno de coalición del Sr. Feijóo y el Sr. Abascal que auguraban las baterías mediáticas y demoscópicas conservadoras.

La democracia habló, pero la derecha y la ultraderecha, nuevamente, no aceptaron el resultado electoral. Fueron conscientes de que con el ataque político no sería suficiente y ahora han traspasado la línea del respeto a la vida familiar de un presidente del Gobierno y el ataque a su vida personal.

Sin ningún rubor, el Sr. Feijóo y el Sr. Abascal, y los intereses que a ellos les mueven, han puesto en marcha lo que el gran escritor italiano, Umberto Eco, llamó "la máquina del fango". Esto es, tratar de deshumanizar y deslegitimar al adversario político a través de denuncias tan escandalosas como falsas.

Esta es mi lectura de la situación que vive nuestro querido país: una coalición de intereses derechistas y ultraderechistas que no toleran la realidad de España, que no aceptan el veredicto de las urnas, y que están dispuestos a esparcir fango con tal de: primero, tapar sus palmarios escándalos de corrupción y su inacción ante los mismos; segundo, esconder su total ausencia de proyecto político más allá del insulto y la desinformación; y tercero, valerse de todos los medios a su alcance para destruir personal y políticamente al adversario político. Se trata de una coalición de intereses derechistas y ultraderechistas que se extiende a lo largo y ancho de las principales democracias occidentales, y a las que, le garantizo, responderé siempre desde la razón, la verdad y la educación.

Llegados a este punto, la pregunta que legítimamente me hago es ¿merece la pena todo esto? Sinceramente, no lo sé. Este ataque no tiene precedentes, es tan grave y tan burdo que necesito parar y reflexionar con mi esposa. Muchas veces se nos olvida que tras los políticos hay personas. Y yo, no me causa rubor decirlo, soy un hombre profundamente enamorado de mi mujer que vive con impotencia el fango que sobre ella esparcen día sí y día también.

Necesito parar y reflexionar. Me urge responderme a la pregunta de si merece la pena, pese al fango en el que la derecha y la ultraderecha pretenden convertir la política. Si debo continuar al frente del Gobierno o renunciar a este alto honor. A pesar de la caricatura que la derecha y la ultraderecha política y mediática han tratado de hacer de mí, nunca he tenido apego al cargo. Sí lo tengo al deber, al compromiso político y al servicio público. Yo no paso por los cargos, hago valer la legitimidad de esas altas responsabilidades para transformar y hacer avanzar al país que quiero.

Todo ello me lleva a decirle que seguiré trabajando, pero que cancelaré mi agenda pública unos días para poder reflexionar y decidir qué camino tomar. El próximo lunes, 29 de abril, compareceré ante los medios de comunicación y daré a conocer mi decisión.

Gracias por su tiempo. Atentamente,

Pedro Sánchez