La mujer de Nixon
El gran problema de todo líder narcisista con ínfulas mesíanicas es cuándo y cómo quitarse de en medio antes de que llegue la factura que la razón siempre le cobra al populismo.
El gran problema de todo líder narcisista con ínfulas mesíanicas es cuándo y cómo quitarse de en medio antes de que llegue la factura que la razón siempre le cobra al populismo.